Del desempeño a la excelencia: convertirse en una empresa líder

¿Por qué algunas empresas, que antes eran relativamente promedio, de repente logran llegar a la cima? ¿Qué los diferencia de sus competidores? ¿Se pueden aplicar sus principios a otras empresas?

Jim Collins y su equipo de investigadores dedicaron cinco años a esta cuestión, buscando descubrir el secreto de la transformación hacia la excelencia. Compararon once empresas, seleccionadas por sus resultados bursátiles muy superiores a los de su sector, con sus competidores.

Los resultados son sorprendentes: lejos de estrategias espectaculares y grandes campañas de comunicación, la transición hacia la excelencia se produjo de forma discreta, sin planificación previa, bajo la dirección de líderes modestos.

En lugar de imponer una visión personal, estos líderes primero reclutaron a los mejores talentos y luego fomentaron un debate continuo y constructivo dentro de la empresa.

¿Qué marcó la diferencia? La adopción de un concepto simple que guía todas las acciones de la empresa, la determinación inflexible de los directivos para aplicarlo y una disciplina rigurosa, establecida primero al más alto nivel.

¿Inquietante? Sin duda, pero tanto más relevante en un contexto en el que algunos dirigentes parecen perder el sentido de la realidad